El proyecto se comenzó a gestar a fines de 2013, cuando un grupo de amigos emprendedores compró una finca en el Valle de Calingasta convencidos de las extraordinarias características de la zona para la producción de uvas de alto valor enológico.

Inmejorables Condiciones

Las micro-vinificaciones llevadas a cabo los últimos años con uvas de antiguos viñedos de la zona, ya demostraban el potencial de la zona y a eso se sumaron varios estudios de suelo y de clima que corroboraron las inmejorables condiciones del valle para este tipo de cultivo.